
La ciudad de Hamadán es una de las más antiguas del mundo. Se sitúa en el actual Irán occidental, y guarda una estructura muy carácterística.
Probablemente construida desde un conocimiento zoroastrísta, su diseño es un círculo perfecto dividido en seis partes iguales.
El nombre original de la ciudad Hamadán, era Ecbatana, Hangmatana en persa antiguo, que significa «lugar de reunión».
Heródoto cuenta que fue fundada por Deioces, el primer rey de los medos, e iba a ser la capital de su imperio en el s VIII a. C.
Tiene siete murallas circulares, cada una incrustada dentro de la otra, como capas. Símbolo de la iniciación y el camino espiritual.
Cada muralla tiene un color diferente.
La primera muralla es blanca, representa la Luna y es la pureza.
La segunda es negra, representa Saturno y es la muerte y la tierra.
La tercera es roja, representa Marte, y es la guerra y la sangre.
La cuarta es azul, representa a Júpiter, y es la justicia.
La quinta es naranja, representa Venus y es el amor.
La sexta es plateada, representa Mercurio y es la comunicación.
La séptima muralla es dorada, representa el Sol, la divinidad, y es el poder real.
Además, la ciudad se divide en seis sectores iguales. Es un círculo dividido en seis partes por calles radiales que convergen en el centro, donde se situaba el templo del fuego.
Las seis partes representan la estrella de seis puntas, el hexágono, la armonía del universo.
Se creía que Hamadán era un refugio de sabiduría, donde reyes magos y sabios de todos los lugares del mundo, acudían a compartir su sabiduría. En ella se encuentran las tumbas de Ester y Mardoqueo.







