
Había un hombre y una mujer que eran muy pobres. Este hombre solía sentarse tristemente en un cruce de caminos. Un día, se le acercó un caballero y le preguntó:
—¿Por qué estás tan triste?
—Porque no tengo con qué vivir.
Él le dijo:
—Te daré todo el dinero que quieras, si en el momento que te pregunte me dices la edad del diablo.
Nuestro hombre se marchó feliz a su casa. Desde entonces llevó una vida feliz con su esposa, porque no les falta nada. Vivían a un gran ritmo.
Pero el tiempo pasó y el momento en que tenía que volver a encontrarse en la encrucijada del cruce de caminos se acercaba.
Este hombre recordó que no se había ocupado en absoluto de saber la edad del diablo. Se puso a pensar. Su esposa le preguntó:
—¿Qué te pasa? ¿por qué no estás feliz? No nos falta de nada; ¿por qué estás tan triste?
Entonces el hombre le contó a su esposa el trato que había hecho con el caballero, y su esposa le dijo:
—Si eso es todo lo que te preocupa, no es nada en absoluto. Métete en un barril de miel, y cuando salgas de él métete en otro barril de plumas, y vestido así ve al cruce y espera allí al diablo. Te pondrás a cuatro patas y caminarás de un lado a otro, te pondrás entre sus piernas y caminarás a su alrededor.
El hombre hizo lo que le había dicho su esposa. El diablo llegó y retrocedió cuando lo vio, pero el hombre así disfrazado se acercó bastante al diablo. El diablo asustado le dijo:
—¡Tengo tantos años y nunca había visto un animal así y tan espantoso!.
Nuestro hombre ya había oído suficiente. Se fue a casa a toda velocidad y le dijo a su mujer que no les faltaría nada, que había hecho lo que ella le había dicho, como si ella hubiera sido una bruja, y que ya no tenía miedo del diablo.
Así vivieron ricos y felices, y si vivían bien, también morían bien.
Cuento popular vasco, contado por Francún Beltzarri, recopilado por Wentworth Webster (1828-1907)
Wentworth Webster (1828 – 1907) fue un escritor británico.
Estudió con detalle la cultura euskaldún, recopilando mitos, leyendas y cuentos de hadas de Euskadi (País Vasco).