
En la provincia de Morona Santiago, al sur oriental de Ecuador, se encuentra la Cueva de Los Tayos, en el Cantón Limón Indaza.
Se cree que esta misteriosa cueva estuvo poblada sobre el 400 y 800 antes de Cristo. Tiene una altitud de 800m y conserva estructuras que difícilmente pudieron construirse en aquella época.

Paredes rectas, columnas, cortes geométricos en las rocas…
En su interior aparecieron cerámicas, grabados en piedra y estatuas de oro.
Desde 1930 hasta su muerte, el padre Carlo Crespi, un sacerdote salesiano, adquirió objetos de los indígenas shuar que supuestamente provenían de la cueva.
En sus crónicas, el padre Crespi relató que había encontrado piezas de cerámica, de metal, con conocimientos antiguos y extraños. Contaba que en los metales había grabados con un alfabeto desconocido y sus relatos atrajeron la atención de otros curiosos.
En 1960, un explorador húngaro-argentino, aseguró haber encontrado cientos de placas metálicas que formaban libros con grabados y símbolos que mostraban la cronología de la historia de la humanidad, incluso el origen del hombre en la tierra y conocimientos de una civilización extinta.
Tras esto, en 1976 se realizaron expediciones dirigidas por británicos y ecuatorianos, y de ellas, sólo se publicaron dos placas metálicas
Cuando el padre Carlo Crespi falleció en 1982, todos esos objetos desaparecieron. Sus crónicas se consideraron exageraciones y nunca se validaron científicamente.
Sobre las placas metálicas junto con todos los descubrimientos y hallazgos en la cueva, desaparecieron, únicamente quedan los grabados en las piedras de cueva, así como la construcción en sí inexplicable tan perfecta, recta y con columnas que la sostienen. Todo lo demás, la comunidad científica invalidó todo descubrimiento, y todos los objetos se consideraron falsificaciones, o inexistentes. Por tanto, todo lo que hubiera en La Cueva de los Tayos permanece en el misterio y lo que hubo, o pudo haber, se ha convertido en leyendas.
La Leyenda de la Cueva de Los Tayos
El pueblo Shuar asegura que la cueva de Los Tayos, fue un refugio de dioses que venían de las estrellas. La consideran un lugar sagrado donde habían espíritus y fuerzas sobrenaturales.
Consideran que la cueva, tiene un portal entre el mundo físico y el espiritual, donde sus chamanes se comunican con espíritus ancestrales y reciben visiones.
Cuentan que hace mucho tiempo, seres muy sabios utilizaron la cueva como refugio y depositaron allí su conocimiento. Dejaron allí los grabados en las paredes, las cámaras secretas y los objetos sagrados.
Para los shar, entrar en la cueva es peligroso para todo aquel que no esté preparado, o que su espíritu no sea fuerte. Creen que la cueva tiene aliados de poder, o espíritus de animales que protegen el lugar.

Altaïr y Adrià, creadores del espacio y recopiladores de cuentos de hadas