En una aldea rural vivía un viejo granjero honesto, llamado Chang, que tenía una gran bandada de patos gordos y excelentes.
Un día, un tipo inútil llamado Lin que vivía cerca, robó uno de estos patos, se lo llevó a su casa y se lo comió para la cena. A mitad de la noche empezó a picar su cuerpo violentamente por todas partes, y cuando llegó la mañana, descubrió con horror que estaba completamente cubierto de plumas que crecían de su piel y que ahora empezaban a dolerle terriblemente. Tuvo mucho dolor todo el día pero por la noche logró conciliar el sueño, y entonces soñó que se le apareció un hombre y le dijo:
—Estás siendo castigado por robar ese pato; y nunca te recuperarás hasta que te vayas al Sr. Chang y hacerle decir: «¡Sucio ladrón!»
Lin estaba muy preocupado por esto, pero pronto pensó en un plan mediante el cual esperaba escapar. Fue a ver al Sr. Chang y le dijo:
— Señor, tengo algo que decirle en privado. El viejo Wang, que vive en la misma calle, te robó el pato. No le gusta que lo insulten, y si vas y le dices ‘¡sucio ladrón!’, seguro que te pagará por el pato y se cuidará de no volver a robar nunca más.
Ante esto, el Sr. Chang se rió a carcajadas y dijo:
—No tengo tiempo para andar insultando a la gente, todo por la pérdida de un pato; no haré nada por el estilo.
En ese momento, la piel de Lin empezó a dolerle tan terriblemente que no le quedó más que caer de rodillas y admitir que él mismo había robado el pato, e implorar al Sr. Chang que le dijera: «¡Sucio ladrón!» a él.
A esto el Sr. Chang respondió que nunca había tenido la costumbre de usar malas palabras y que ciertamente no iba a empezar a hacerlo. Sin embargo, cuando Lin se abrió la camisa y le mostró al Sr. Chang las plumas que le habían crecido por todo el cuerpo, y le dijo con lágrimas en los ojos el dolor que estaba sufriendo, el Sr. Chang finalmente accedió y le dijo:
—Tú ¡sucio ladrón!
A partir de ese momento las plumas desaparecieron de su cuerpo, y se cuidó de no volver a robar patos nunca más.
Cuento popular chino recopilado y traducido por Herbert Allen Giles, en Chinese Fairy Tales, 1911
Herbert Allen Giles (1845 – 1935) fue un diplomático y sinólogo británico.
Creo un sistema de romanización del idioma chino Wade-Giles y trascribió diversas obras folclóricas en chino y en inglés.