Pegaso es un caballo alado blanco, hijo de Poseidón, dios del mar, y de Medusa, la Gorgona.
Nació en las fuentes del océano y de ahí su nombre, cuyo significado es manantial.
Cuando Perseo asesinó a Medusa cortándole la cabeza, cuando la sangre tocó el mar, Poseidón la fecundó, y de ella brotó Pegaso. A su vez, nació el hermano de Pegaso, el gigante Crisaor.
Pegaso no sólo volaba, sino que allá donde pisaba, podía hacer manar un manantial con agua pura e inagotable.
Belerofonte, hijo del rey Glauco de Corintio, deseó poseer a Pegaso, y realizó expediciones para capturarlo.
La diosa Atenea proporcionó a Belerofonte una brida de oro para poder domar a Pegaso, cosa que hizo y se convirtió en su jinete. Juntos, Pegaso y Belerofonte, vencieron a Quimera y otros enemigos importantes. Pero Belerofonte, al verse tan engrandecido por la fama y éxitos que le entregaba Pegaso, quiso convertirse en un dios, y así llegar al Olimpo de los dioses. Esto no gustó a Zeus, quien envió un insecto que picaría a Pegaso, lo que agitó violentamente al animal, tirando a Belerofonte desde la alturas. Belerofonte quedó impedido, y el caballo alado escapó de él.
Entonces, Zeus nombró a Pegaso el portador del rayo y el trueno, los símbolos más importantes de su poder, y le ordenó conducir el carro de Aurora.
Altaïr, escritora, música y creadora del proyecto conmoraleja.com, kailashmagazine.com