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La Cigüeña y la Garza

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La Cigüeña y la Garza, cuento popular serbio
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Narración: La cigüeña y la Garza

Érase una vez una cigüeña y una garza que vivían junto a un amplio pantano, una a un lado y la otra al otro.

Como a la cigüeña le pareció que su vida era muy solitaria y triste, decidió casarse. «Iré», pensó, «y le propondré matrimonio a la garza», y levantándose del suelo voló directamente a través del pantano hasta la casa de la garza. Cuando llegó allí preguntó:

—¿Está la garza en casa?

—Lo está—, respondió la garza.

Después de conversar un rato con ella, le preguntó:

—Garza, ¿te casarías conmigo?.

—No—, dijo la garza, —no me casaré contigo; tus piernas son demasiado largas, tu abrigo demasiado corto, eres un mal volador y, además, no puedes sostenerme. Vete, viejas piernas largas, ¡y no me molestes más!

Por muy amarga que fuera la situación, la cigüeña tenía que tragárselo y largarse volando. Cuando él se fue, a la Garza le dio vueltas al asunto en su mente hasta que pensó mejor de la propuesta y se dijo: «¿Cómo voy a vivir aquí sola? Es una vida miserable. No lo soportaré más. Me casaré con la cigüeña.»

Al día siguiente cruzó el pantano volando hasta la casa de la cigüeña y dijo:

—He venido a verte, Cigüeña, y a decirte que aceptaré tu propuesta. Puedes casarte conmigo.

—No, garza, puedo vivir sin ti—, respondió la cigüeña. —Puedes casarte con quien quieras, yo no seré tu marido.

La Garza estaba tan avergonzada y mortificada que empezó a llorar, y no dejó de llorar hasta que llegó a su casa al otro lado del pantano.

Cuando ella se fue, la cigüeña se dijo: «Qué tonto fui al no creerle la palabra a la Garza. Una vida miserable tengo aquí solo; iré y me casaré con ella».

Al día siguiente voló sobre el pantano y le dijo a la garza:

—He decidido casarme contigo; celebraremos la boda de inmediato.

—No, cigüeña—, dijo la garza, —si tú quieres casarte conmigo, yo no estoy dispuesta a casarme contigo; puedes irte.

La cigüeña, furiosa, voló a casa.

Cuando él se fue, la garza se molestó consigo misma y dijo: «Qué tonta fui al rechazarlo. ¿Cómo puedo vivir de esta manera? Soy una pobre criatura desprotegida sin nadie que me mantenga. Me casaré con la cigüeña mañana y acabará todo esto».

A la mañana siguiente, ella voló hacia la cigüeña y se ofreció a él. Enojado porque ella lo había rechazado el día anterior, le dijo:

—No me casaré contigo ahora; puedes casarte con quien quieras.

Cuando ella se fue, se arrepintió de sus palabras.

Y hasta esta hora vuelan sobre el pantano ofreciéndose el uno al otro, y no están más cerca del día de la boda que cuando comenzaron.

Cuento popular Serbio, recopilado por Jeremiah Curtin

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Jeremiah Curtin

Jeremiah Curtin (1835-1891), fue un etnógrafo, folclorista y traductor estadounidense.

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