mujer china

La caída de una Parra

Cuentos Cómicos
Cuentos Cómicos

Había una vez un magistrado de un distrito en China que estaba juzgando un caso. Su secretaria estaba presente en el Tribunal. Tenía la cara llena de moretones y el magistrado le preguntó:

—¿Qué te pasa en la cara?

Él respondió:

—Mientras estaba sentado bajo los emparrados de la vid, refrescándome, vino una repentina ráfaga de viento y derribó el emparrado; por eso recibí estas heridas.

El Magistrado no lo creyó y dijo:

—Es evidente que sus heridas fueron causadas por las uñas. Debe haber estado peleando con su esposa, quien le arañó la cara. ¿No estoy en lo cierto?

El rostro del secretario se puso rojo y dijo:

—La suposición de Su Señoría es correcta.

El magistrado dijo:

—El temperamento de su esposa es tan violento y vehemente que la enviaré a buscar y le daré una buena paliza para aliviar su ira reprimida.

Justo cuando decía esto, el Magistrado vio a su esposa furiosa subir desde la parte trasera del Yamen, diciendo:

—¿A quién deseas lamer?

El magistrado al ver esto, inmediatamente se dirigió a sus subordinados así:

—Cerremos la sesión. Debéis dispersaros todos a la vez. La enramada de vuestro amo también se derrumbará pronto.

Cuento popular chino. Cuento cómico. Cuentos alegres chinos, anónimo. Recopilado y traducido al chino mandarín por Guido Vitale (1872–1918) y traducido posteriormente al inglés por Wu Yangzeng (1862–1939)

Guido Vitale

Guido Vitale (1872-1918) fue un diplomático y lingüista italiano.

Vivió y trabajó en China y posteriormente en Nápoles.

Trascribió obras de folclore chino para potenciar el aprendizaje de Chino.

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