cocodrilo

El juicio del chacal

Sabiduría
Cuentos con Sabiduría

En un pueblo, en el río, había una charca. Un cocodrilo, hizo una madriguera al pie del terraplén, se quedó en ella. Después el barro se secó y se endureció, y el Cocodrilo quedó atrapado en el agujero, no podía salir e iba a morir.

Casualmente, un hombre pasaba a buscar una partera para que atendiera a su esposa, el Cocodrilo, al oírlo, le dijo al hombre:

—Buen hombre, busca la forma de salvarme rompiendo la tierra para que pueda salir—. El hombre partió la tierra y dejó salir al cocodrilo.

Después de eso, como no quedaba agua en el tanque, el hombre, colocándose el Cocodrilo en el hombro, se dirigió a la orilla del río. Habiendo llegado allí, después de haberlo puesto en el agua, el Cocodrilo agarró el brazo de aquel hombre para comérselo.

—¿Por qué quieres comerme?— preguntó. —¿No valoras la ayuda que te he dado? ¡Sin embargo, me vas a comer!

El Cocodrilo dijo:

—Es verdad, pero tienes que entender que tengo hambre, así que te voy a comer.

El hombre dijo:

—Está bien. Cómeme. Pero antes, pregunta a dos o tres personas como testigos sobre la justicia de este acto, y luego, cómeme.

El cocodrilo aceptó y fueron juntos a buscar unos testigos.

Al encontrarse con un árbol de Kumbuk, le dijo al árbol de Kumbuk:

—Este cocodrilo me va a comer. Quiero preguntarle su opinión sobre esto.

—Cuéntame entonces — respondió el árbol.

El hombre dijo:

—Este cocodrilo iba a morir. Lo ayudé y ahora quiere comerme. ¿Eso está bien?

Entonces el árbol Kumbuk dijo:

—Oh, amigo cocodrilo, no dejes ir a ese hombre. No hay animal más malvado que ese hombre. Se queda cerca del árbol a la sombra y, después de romper la corteza, las hojas, y tomar todos los frutos que desea, finalmente corta el árbol y se lo lleva.

El hombre y el cocodrilo marcharon a buscar otro testigo y encontraron una vaca.

—Oh Vaca, salvé a este Cocodrilo de la muerte. Este cocodrilo ahora me va a comer. ¿Lo crees correcto?

La Vaca respondió:

—Oh amigo cocodrilo, no dejes ir a ese hombre. Ese hombre es un hombre malvado. Toma nuestra leche y finalmente nos mata y nos come. No le dejes ir.

El hombre y el cocodrilo avanzaron a buscar otro testigo y encontraron un Chacal. Luego de pedirle que les ayudase, el chacal les dijo:

—¿De qué se trata?

El hombre respondió al chacal.

—Oh Chacal. Salvé a este cocodrilo de una muerte segura, y ahora quiere comerme. ¿Lo ves bien?

El Chacal respondió:

—No puedo tomar esta decisión sin haber visto bien todo lo que ha ocurrido. Debes mostrarme todo desde el principio.

Entonces el hombre, poniendo el Cocodrilo sobre su hombro, y yendo con él, lo metió en la casa donde antes estaba el Cocodrilo, y tal como pidió el chacal cerró la entrada para que viese lo que había ocurrido, endureció la tierra, y cuando estaba seca el Chacal dijo:

—Ahora bien, no tengas miedo. Estoy de tu parte.

Entonces el hombre dice:

—Chacal, escucha esto.

—Soy a la vez juez y testigo—, dijo el Chacal. —Ahora bien, tomando un garrote, golpéalo hasta que muera. Vi tu excelencia y la maldad de éste cocodrilo.

Cuento ceilandés, actual Sri Lanka, recopilado por Henry Parker en Village folk-tales of Ceylon v.1, Parte 2. Historias contadas por las castas inferiores

Henry Parker

Henry Parker (1849–desconocido) fue un ingeniero británico en la Ceilán colonial (actual Sri Lanka). En sus viajes estudió y recopiló una gran cantidad de cuentos ceilandeses que publicó en tres volúmenes entre 1910 y 1914.

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