Osiris

Osiris

Mitología
Mitología

En la mitología egipcia, Osiris es el dios que preside el juicio al inframundo, el responsable de juzgar a los muertos en la Duat, junto con 42 jueces-dioses, dictaminan lo que sufrirá el difunto.

Osiris no se representa como el dios de la muerte, sino el dios de la resurrección, la regeneración, la fertilidad…

En el libro de los muertos aparece como rey de los muertos.

Se le representa siempre momificado, de ahí su rostro color verde o negro. Con una corona Atef, un cayado (heqa), y un látigo (mayal o nebeh), en ocasiones se le representa en forma de pez.

La historia de Osiris es muy intensa , y tiene muchos paralelismos con otras mitologías y con el cristianismo.

Cuentan que Osiris fue uno de los hijos del dios de la tierra y la diosa del cielo, Geb y Nut. Y bisnieto de Ra. Tubo cuatro hermanos menores: Seth, Isis, Neftis y Tot.

Seth se casó con Neftis y Osiris con Isis.

Fue un héroe y un rey mítico. Fundó la nación de Egipto, llevó la civilización, las leyes, la agricultura y ganadería a los hombres. Casado con Isis, gobernaron Egipto con justicia y llevaron al pueblo a una gran esplendor.

Neftis, esposa de Seth, se disfrazó de Isis y así llegó ante Osiris, le sedujo y quedó embarazada de Anubis.

A partir de aquí, Seth fue desarrollando una gran envidia y el deseo de venganza. Quería el trono y odiaba que su hermano hubiera dejado embarazada a su esposa.

Intentó matarlo atrayéndolo a un ataúd y ahogándole en el Nilo, luego se llevó el cuerpo, lo descuartizó y escondió los trozos del cadáver de su hermano por todo Egipto

Isis, llena de dolor, reunió uno a uno los pedazos de su esposo Osiris. Tardó años en recuperar todas las partes de Osiris y finalmente, con magia, restauró su cuerpo.

Osiris despertó una noche y escribió el Libro de los Muertos y dejó embarazada a Isis, dando luz a Horus.

Luego Osiris murió de nuevo y descendió para gobernar el inframundo.

libro de cuentos

Los cuentos populares, las leyendas, las fábulas, la mitología…, son del pueblo.

Son narraciones que se han mantenidos vivas transmitiéndose oralmente, por las mismas personas del pueblo. Por ello no tienen dueño, sino que pertenecen a las gentes, a la folclore, a las distintas culturas, a todos.

En algún momento, alguien las escribe y las registra, a veces transformándolas, a veces las mantiene intactas, hasta ese momento, son voces, palabras, consejos, cosas que «decía mi abuelo que le contaba su madre…»

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