El monte Kunlun es un monte sagrado para el taoísmo y para la mitología china, donde residen los dioses en el paraíso de los inmortales y tiene las escaleras que conectan el cielo con la Tierra. Estos grandes montes comienzan en Pamir en Tayikistán, y atraviesan hasta Qinghai, el Tíbet, alcanzando más de 3.000 km.
En esta montaña se originan la mitad de los mitos de China, es el país de las maravillsa de Ayochi, la columna vertebral del cielo, a fuente del río Amarillo, la madre de las diez mil montañas.
Antiguamente se creía que en este monte, en el nacimiento del río Amarillo, estaba el hogar de los dioses, sobre postes de jade, rodeado de nueve puertas. Estaba protegido por Kai-ming, el ave Fenix y el ave luan.
Kunlun también es el hogar de la reina madre divina Xi Wangmu. La diosa Xi Wangmu, donde crecen los árboles inmortales, melocotoneros sagrados que florecen cada tres mil años y que otorgan la inmortalidad.
Otro de los mitos que rodea esta montaña es el espejo de Kunlun, un espejo sagrado que refleja la verdadera naturaleza del alma de una persona. Cuando nos miramos a ese espejo se revelan nuestros deseos, miedos y nos guía en un viaje espiritual.
En la parte suroeste de Kunlun, nos encontramos el monte Kailash, el centro del mundo, o el ombligo del mundo, la morada del Señor Shiva en el hinduismo, la morada de Buda de la Compasión en el busdismo y un lugar de peregrinación para cuatro religiones diferentes.
En Kunlun encontramos la Puerta del Cielo, pero también La Puerta del Infierno.
Tiene forma de una alargada columna vertebral de dragón y aquí se desprende la magia de los inmortales a todos los reinos de los hombres.
Altaïr y Adrià, creadores del espacio y recopiladores de cuentos de hadas