Pueblo Laos

El mago y el mendigo

Sabiduría
Cuentos con Sabiduría

Había una vez un hombre muy pobre que mendigaba comida, y mientras caminaba por el camino pensaba:

—Si alguien me da de comer hasta saciarme, nunca olvidaré la gracia o el mérito de ese hombre.

Cantando estas palabras mientras caminaba lentamente, se encontró con un mago.

—¿Qué dices mientras caminas, hijo mío?— preguntó el mago.

—Si alguien me da de comer todo lo que quiero, nunca olvidaré la gracia o el mérito de esa persona—, dijo el pobre.

—Hijo mío, la gente de hoy en día es siempre descuidada e ingrata. Se olvidan de los beneficios de ayudar a otros—, respondió el mago.

—Yo no olvidaré a quien me de alimentos hasta saciarme—, juró el pobre.

—Continúa pues, hijo mío—, dijo el mago.

Cantando como antes, el pobre siguió su camino, y al caminar se encontró con un perro.

—¿Qué dices mientras avanzas, hijo mío?— preguntó el perro.

—Cualquiera que me dé de comer a mi satisfacción, nunca olvidaré la gracia o el mérito de esa persona—, respondió el pobre.

—Los hombres son propensos a olvidar. Ninguno recuerda los favores. Cuando yo era joven y fuerte, guardaba la casa y los terrenos de mi amo; ahora, como soy viejo, él no me permite entrar por su puerta, sino que me maldice y me golpea y me dice: «No tengo comida«. Y se olvida de todos mis servicios del pasado—, dijo el perro.

Siempre cantando, el pobre hombre siguió caminando, y mientras caminaba se encontró con un búfalo.

—¿Qué dices mientras caminas, hijo mío?— preguntó el búfalo. Y el pobre repitió lo que le había dicho al mago y al perro.

—El hombre es siempre ingrato. Cuando yo era joven y fuerte, aré los campos para que mi amo pudiera tener arroz y entonces mi amo me estaba agradecido. Ahora que no puedo trabajar, y me ha expulsado para que muera solo—, dijo el búfalo. Y el pobre, desanimado, volvió a buscar al mago.

—Hijo mío, ¿recordarás la ayuda que recibas?— preguntó el mago.

—Nunca olvidaré la ayuda de otros—, juró el pobre con vehemencia.

—Entonces aquí tienes dos joyas; una, si la pones en la boca, te permitirá volar como un pájaro; la otra, si la tienes en la boca, te concederá todos tus deseos, y esta segunda te la doy ahora— dijo el mago, y le entregó la segunda joya al pobre.

—Tu gracia y tus méritos siempre serán recordados por mí. Te agradezco más de lo que las palabras pueden expresar. Siempre te desearé salud y felicidad y rezaré por bendiciones para ti—, declaró el pobre. Habiendo dicho esto, el pobre buscó su hogar y, gracias a la virtud de la joya de los deseos, vio satisfechos todos sus deseos de riqueza.

—¿Cómo consigues que tus deseos se cumplan?— preguntaron los vecinos al pobre mendigo.

—Un mago me dio una joya de los deseos y, simplemente colocándola en mi boca, todo lo que deseo poseer es mío—, respondió. —Escúchame—, continuó, —el mago tiene aún otra joya que, si se coloca en la boca, permitirá volar como un pájaro. Ven, vamos a matarlo para que todos podamos poseerla.

Se pusieron de común acuerdo y, mientras se acercaban a la casa del mago, el mago, al ver al hombre al que tanto había beneficiado, lo llamó:

—¿Por qué no me has visitado, hijo mío?

—No hubo tiempo, mucho trabajo he tenido que hacer—, respondió el ingrato.

Ahora el mago, por supuesto, sabía la intención del malvado, sabía que había venido con sus vecinos, y que querían conseguir la segunda joya, y preguntó:

—¿Por qué deseas matarme?

—Dame la joya que tienes, o te mataré, viejo mago—, gritó el ingrato.

—¿Tienes la joya de los deseos contigo? Si es así, muéstramela primero—, dijo el mago.

Ansiosamente el codicioso la arrojó hacia el viejo mago, pero él, habiéndose colocado ya la joya voladora en su boca, agarró la joya de los deseos y en lugar de darle al bribón la joya voladora, se fue volando, dejando al hombre y a sus vecinos sin ninguna de los dos.

Leyenda de Laos, recopilada por Katherine Neville Fleeson, editada en 1899, en el libro Laos Folk-Lore of Farther India.

Katherine Fleeson

Katherine Neville Fleeson (1859-1905) fue una misionera en Siam y Laos, nacida en Pennsylvania, hija de padres escoceses e irlandeses.
Entre otras publicaciones, escribió un libro con recopilaciones que ella misma realizó, de cuentos y leyendas inéditos: Laos Folk-Lore of Father India.

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