Había un hombre que era experto en decir mentiras. Un día le dijo a su pariente:
—Tenemos un buey de 30 pies de largo en nuestra casa; puede recorrer 1.000 li por día. También hay un gallo que puede anunciar la vigilia de la noche. Cualquiera que sea la vigilia de la noche, él es capaz de cantar el número del reloj. Y hay un perro que sabe leer y escribir.
Su pariente estaba muy ansioso por verlos y dijo:
—Hay un ganado tan valioso en tu casa; algún día debo ir a tu casa para saciar mi curiosidad.
El dueño de los animales volvió a su casa y le dijo a su esposa:
—¿Qué debo hacer? Sin querer he dicho una mentira. Nuestro pariente vendrá mañana. Dime cómo le responderías.
Su esposa dijo:
—No importa, mañana haz tu vida normal, seguramente yo sabré responderle.
Al día siguiente, el pariente vino y preguntó:
—¿Está nuestro primo en casa?.
Su esposa respondió:
—Su pariente ha viajado a Yunnan en buey esta mañana temprano. Regresará en unos días.
El visitante volvió a preguntar:
—Hay en tu residencia un gallo que puede anunciar la vigilia de la noche; ¿dónde está?
Era apenas mediodía cuando se hizo esta pregunta y cantó el gallo. La señora señaló el gallo y dijo:
—Ahí está; no sólo puede anunciar la hora, sino que si viene un extraño, también anunciará su llegada.
El pariente volvió a decir:
—El perro lector; tráelo para que pueda verlo.
La esposa respondió:
—No quiero engañarte. Como somos pobres, le he ordenado que enseñe en una escuela.
Cuento popular chino. Cuento cómico. Cuentos alegres chinos, anónimo. Recopilado y traducido al chino mandarín por Guido Vitale (1872–1918) y traducido posteriormente al inglés por Wu Yangzeng (1862–1939)
Guido Vitale (1872-1918) fue un diplomático y lingüista italiano.
Vivió y trabajó en China y posteriormente en Nápoles.
Trascribió obras de folclore chino para potenciar el aprendizaje de Chino.
