La expresión que mejor contempla el culto al sol en la mitología vasca, es:
Eguzki amandrea badoia bere amangana
“La abuela Sol va hacia su madre”
El sol es el elemento primordial, presente en el cielo, emerge en la mañana, desde el centro de la madre tierra. La madre, Mari, es la madre del Sol y la Luna.
En la mitología vasca, la madre tierra es inmensa, y se extiende en todas las direcciones. Ni si quiera el Sol llega a los confines de la tierra, al final de su recorrido, llega a los mares occidentales o los mares rojos, itxasgorrieta, y se adentra en las entrañas de a madre, desde donde saldrá por la mañana.
Hubo un viajero que recorrió los mundos, munduz-mundu. Fue montado en un gallo y su canto anunciaba la aurora. Pero no llegó a salir de la tierra de os hombres, y golpeando con sus palos, consiguió obligar al Sol a partir cada mañana.
Cada día el Sol renueva lo que vemos, el gran escenario, rescatando al mundo visible de las sombras, así el Sol trae la luz que ilumina las almas tras la muerte.
En la antigüedad, los vascos realizaban oraciones al Sol en la mañana y en la noche, aquí una oración trascrita en Azoleta (Varcarlos):
O Iruzki Saindia, eman zahuzu biziko eta hileko argia!
«¡Santo Sol, danos la luz de la vida y de la muerte!»
Mitología vasca
Altaïr, escritora, música y creadora del proyecto conmoraleja.com, kailashmagazine.com