En la mitología griega Calisto, fue madre de Arkas, y fue transformada en oso y posteriormente elevada a las estrellas convirtiéndose en Osa Mayor.
Esta es su historia:
Calisto, hija de Licaón, rey de Pelasgia, era cortesana y cazadora de Artemisa, diosa de la caza. Zeus se enamoró de Calisto, pero ella tenía un voto de castidad. Por esta razón Zeus se disfrazó de Artemisa, la cortejó y la dejó embarazada.
Hera, esposa de Zeus, sospechaba del engaño de su esposo, por lo que Zeus transformó a Calisto en oso. Sin embargo, Artemisa se percató d lo que había ocurrido, se enojó porque Calisto había roto su voto de castidad, y cuando vio a Calisto convertida en oso, le lanzó flechas hasta matarla.
Calisto murió, pero Zeus, para salvar a su hijo, convirtió a Calisto en la constelación de la Osa Mayor, otorgándole la inmortalidad. A su hijo, Arkas, se lo entregó a pléyade Maya, para que lo criara. Más tarde también lo transformó en oso y lo envió al cielo, convirtiéndolo en la constelación de la Osa Menor, quien, con la estrella de la punta de su cola, la Estrella Polar, guía a todos los navegantes.
Hera, la esposa de Zeus, no estaba contenta con ver a Calisto en el cielo, y ordenó a su hermano Poseidón que intercediera para evitar que Arkas y su madre pudieran acercarse al mar. Desde entonces ninguna de estas dos constelaciones puede ocultarse, y están castigadas a permanecer siempre visibles, salvo en México, donde una parte de su cola se pierde en el horizonte.
Cada mitología tiene su historia sobre la Osa Mayor y la Osa Menor.
Los romanos veían bueyes que tiraban de un carro, los árabes veían una caravana, en América del norte describen una cuchara.
Los celtas describían siete guerreros, y en Canada, a estos siete guerreros, les sitúan en leyendas donde son hermanos y son protegidos por su hermana mayor.
Los cherokees ven unos cachorros siguiendo a su madre la osa, y en otra leyenda, describen unos cazadores que han matado una osa, y su sangre cae sobre los árboles.
Los cuentos populares, las leyendas, las fábulas, la mitología…, son del pueblo.
Son narraciones que se han mantenidos vivas transmitiéndose oralmente, por las mismas personas del pueblo. Por ello no tienen dueño, sino que pertenecen a las gentes, a la folclore, a las distintas culturas, a todos.
En algún momento, alguien las escribe y las registra, a veces transformándolas, a veces las mantiene intactas, hasta ese momento, son voces, palabras, consejos, cosas que «decía mi abuelo que le contaba su madre…»