En el comienzo no existía nada, excepto un espíritu que lo abarcaba todo. Ese espíritu, un día se nombro a sí mismo:
—Jepri.
Y al instante se convirtió en un dios. Jepri significa «aquel que se convierte en luz y vida de todas las cosas» y empezó a crear.
Primero creo un huevo y lo colocó sobre la superficie de las aguas eternas. Del huevo salió Ra, un dios con cabeza de halcón.
Ra nombró al Cielo y a la Tierra, Geb y Nut, y al instante, el Cielo y la tierra surgieron de las aguas eternas. Para separar a Geb y Nut, Ra creo a Shu, el Aire.
Shu dio vida a Tefnut, la Humedad.
Nut plantó sus pies en el este y puso sus manos en el oeste, formó así un arco inmenso que sería la Tierra. Sobre su cuerpo arqueado y boca abajo, se cubrió un campo de gemas brillantes, las estrellas.
Todas las mañanas, Ra navega en su barca surcando el Cielo, desde allí contempla la creación bajo su ojo, el Sol. el ojo de Ra, o Sol, es fuente de luz en toda la tierra, y Jepri su padre se sentía orgulloso de Ra.
Un día, Jepri creó otro ojo para él. Brillaba menos que el ojo de Ra, pero aun así, Ra se llenó de furia pues creía que con su ojo bastaba para contemplar la Tierra.
Su padre Jepri también se enfureció por el orgullo de su hijo y le dijo:
—Tu ojo, Sol, vigilará y alumbrará durante el día, mi ojo, Luna, vigilará y alumbrará durante la noche.
Jepri, a su ojo, lo llamó Thot y le entregó el título de Medidor del Tiempo.
Después Jepri creo seis dioses más, creo a los hombres y mujeres, creo árboles y plantas, a los animales, las aves, los reptiles, los peces, y cuando acabo se fue a descansar a su casa, más allá del Cielo.
Y así comenzó todo.
Mitología Egipcia de la creación del mundo
Los cuentos populares, las leyendas, las fábulas, la mitología…, son del pueblo.
Son narraciones que se han mantenidos vivas transmitiéndose oralmente, por las mismas personas del pueblo. Por ello no tienen dueño, sino que pertenecen a las gentes, a la folclore, a las distintas culturas, a todos.
En algún momento, alguien las escribe y las registra, a veces transformándolas, a veces las mantiene intactas, hasta ese momento, son voces, palabras, consejos, cosas que «decía mi abuelo que le contaba su madre…»