
En un mapa japonés del siglo XVIII creado por el monje budista Rokashi Hotan, aparece conectado el mundo terrenal con mitos e islas míticas.
El mapa representa Asia, pero en su contenido hay mundo conocido y desconocido.
Aparece el reino de Fusang, puentes terrestres que conectan con islas míticas, continentes de reinos míticos…
Un puente terrestre en las Islas Aleutianas
En la parte superior derecha del mapa, vemos un puente de tierra que conecta Asia con América.
Las Islas Aleutianas forman un arco entre Siberia y Alaska, atravesando el estrecho de Bering. Se cree que en la última glaciación, el nivel del mar bajó y esto generó un puente de tierra real llamado el Puente de Bering, lo que permitió que fauna y flora, e incluso humanos, migrara entre Asia y América hace miles de años. La teoría es que así se generó la población indígena americana.
El Reino de Fusang
El Reino de Fusang es una isla donde crece un árbol místico inmenso. Está en los confines del este.
Fusang es el árbol gigante, el origen del mundo. Las raíces sostienen la tierra, pero además son huecas permitiendo que la energía fluya.
Monte Meru, Sumeru
En el mapa aparece en el centro el Monte Meru. Es la montaña cósmica, el centro del universo. Aparece como una espiral.
El país de la Mujer, Nyōkoku 女国
Esta isla es un lugar habitado solo por mujeres. La leyenda tanto de China como de Japón, habla de una isla donde solo hay mujeres, en un lugar remoto del mundo.
Las mujeres de esta tierra son guerreras, salvajes, inteligentes.
Tierra de los “Hombres Peludos” o «El Reino de los Hunos” (Yajin no Kuni 野人国)
La tierra de los hombres peludos son salvajes cubiertos de pelo. La teoría es que se trata de los Hunos.
Las leyendas son relatos de hombres bestia, como animales que destruyen todo a su paso.
Tierra de los Inmortales (Penglai 蓬莱)
La Isla Penglai es la tierra en el mar oriental, donde viven los inmortales. Está llena de árboles de jade. En ella brota un manantial sagrado que es la fuente de la longevidad, y tiene animales mágicos.
Muchos emperadores la han ambiciado, e incluso el emperador Qin Shi Huang se dice que envió barcos a buscarla.