Podcast Cuento popular chino, Afilar el hacha
Cuento popular chino, Afilar el hacha
Hay una vieja historia sobre dos leñadores que decidieron hacer un concurso para ver quién podía cortar más leña. Uno era un hombre joven y enérgico que podía cortar sin descanso. Estaba convencido de que ganaría fácilmente contra el leñador mayor que estaba al final de sus días de tala de árboles.
Las reglas eran simples. Quien cortara la mayor cantidad de leña durante su turno ganaría. Estaban trabajando en el lado opuesto de una pequeña cresta, por lo que podían oírse unos a otros, pero no podían ver su progreso. Sin embargo, lo que el leñador más joven pudo ver fueron los numerosos descansos que el veterano seguía tomando.
Una y otra vez, este tipo enérgico veía a su competencia sentado junto a la tienda, con el hacha en su regazo.
Al final del día, ambos hombres subieron a la cresta para evaluar quién era el vencedor.
Para sorpresa del leñador más joven, los mayores tenían una pila que eclipsaba la suya. Estaba convencido de que el hombre había hecho trampa.
—¿Cómo pudiste haber ganado?
—Yo tampoco se cómo has rendido tan poco… —rió el leñador experimentado entre dientes —vi todo el esfuerzo que te tomaste.
—¡Vi todos los descansos que estabas tomando!
—¿Pensaste que eran descansos? Estaba afilando mi hacha”.
Cuento popular chino
Los cuentos populares, las leyendas, las fábulas, la mitología…, son del pueblo.
Son narraciones que se han mantenidos vivas transmitiéndose oralmente, por las mismas personas del pueblo. Por ello no tienen dueño, sino que pertenecen a las gentes, a la folclore, a las distintas culturas, a todos.
En algún momento, alguien las escribe y las registra, a veces transformándolas, a veces las mantiene intactas, hasta ese momento, son voces, palabras, consejos, cosas que «decía mi abuelo que le contaba su madre…»
