Tres caballeros: un noble, un sacerdote y un burgués, salieron un día a cazar con sus caballos.
Avanzaron por el campo tranquilamente, despreocupados por la vida y por todo, pues al fin y al cabo, eran jóvenes, ricos, la vida les sonreía y jamás habían tenido que sufrir ninguna adversidad.
En el camino, justo al torcer una curva, se encontraron con tres cadáveres podridos y comidos por los gusanos, con restos de vestimentas muy similares a las que los jóvenes llevaban.
Los cadáveres se acercaron a los jinetes y, con un tono de ultratumba, les dijeron:
Nosotros éramos los que vosotros sois; lo que ahora somos, vosotros seréis.
Tras esto, los cadáveres se perdieron en el bosque, y los vivos quedaron aterrorizaron. Al regresar a sus moradas, decidieron cambiar su forma de vida, cuidaron sus almas, se volvieron temerosos y conscientes de la realidad de la muerte.
Cuento popular europeo de la Edad Media
Los cuentos populares, las leyendas, las fábulas, la mitología…, son del pueblo.
Son narraciones que se han mantenidos vivas transmitiéndose oralmente, por las mismas personas del pueblo. Por ello no tienen dueño, sino que pertenecen a las gentes, a la folclore, a las distintas culturas, a todos.
En algún momento, alguien las escribe y las registra, a veces transformándolas, a veces las mantiene intactas, hasta ese momento, son voces, palabras, consejos, cosas que «decía mi abuelo que le contaba su madre…»
